Un oficio, castañeros, que cada invierno nos rememora otros tiempos.
Cuando se empieza a notar el frío del invierno, cerca de la Navidad, aparecen ,en algunos reductos del Centro de Madrid, estos hombres y mujeres que nos ofrecen sus paquetitos calientes con las castañas asadas que nos ayudan a calentar las manos frias.
Un olor peculiar que impregna el ambiente.
Hoy ya apenas hay hornillos de carbón o leña y los cucuruchos de periódico se sustituyen por bolsas de papel pero la tradición continua.
Castañas, frutos de nuestros bosques, finas y alimenticias.
Un homenaje a estas gentes que devuelven cada año a las Calles de Madrid el oficio de los Castañeros.