La diferencia entre las dos acciones tiene que ver con la voluntariedad y la predisposición
En la cocina, en los alimentos, hay que escuchar…Batir un huevo, hervir un caldo,
pelar patatas, el choque de platos, el descorche, la puerta de la nevera y sus
vibraciones…toda una gama de sonidos.
APRENDER A ESCUCHAR… empezando por uno mismo.
Foto tomada en la Calle Fuencarral, en Madrid, en una ciudad en la que cada vez
nos aislamos más en burbujas y nuestra memoria se disipa como la memoria de un pez.MARQUES DE BYRAN