Club 600 de Sevilla |
Había que desplazar una cantidad ingente de utensilios que nos garantizaran un almuerzo o merienda cómodos.
Tarteras, neveras, la mesa plegable y tantas cosas inventadas para el camping que en el cochecito apenas dejaban espacio para la familia (pero la abuela siempre cabía, gracias a Dios, -era imprescindible-)
Viajes a La Pedriza, al Pantano
de San Juan o simplemente a la Casa de Campo.
¡Qué ilusión! ¡Cuánto preparativo!
Elementos imprescindibles:
La bota con vino y casera,
incluso para los niños.
La tortilla de patata, por la que
nos peleábamos al volver a casa, aunque estuviese “zapatera”.
Los filetes empanados, el pollo, las croquetas, e incluso hacer una paella sin que ardieran los montes.
Y otras tantas viandas que partíamos y repartíamos con las navajas de los adultos y alguna otra que ya íbamos teniendo los más mayores como signo de madurez.
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Con poco, que tanto nos parecía, pasábamos en familia y con amigos un día de campo.
Navajas de NAVAJAS DE ALBACETE S.L. (click aquí)