Protocolo...la indumentaria de los novios e invitados
Sólo unas breves consideraciones hechas con ironía y buen humor.
Nunca se ha discutido tanto sobre un tema tan sencillo y que ha suscitado serios quebraderos de cabeza, sobre todo a las mujeres, a la hora de asistir a una Boda.
Considerando que para muchos de nosotros y de nuestros Familiares es el acto social con más relevancia al que normalmente solemos asistir en nuestra vida, tenemos tendencia a disfrazarnos, algunos, con prendas que habitualmente no usamos y eso se nota: el hábito no hace al monje.
Hacer de lo extraordinario algo normal es una de las funciones del Protocolo.
Seguir los usos y costumbres dentro de lo que se podría llamar la tradición, sin llegar a estridencias, con sentido común.
Empecemos por la Novia, la protagonista.
La tradición manda vestido blanco como base, pero eso hoy no tiene importancia pues los conceptos sobre la virtud y demás condicionantes de la mujer no se demandan como se hacía antes.
En general se debe, la Novia , al buen gusto y el decoro así como a las tendencias de la moda pudiendo ir de blanco o de tonos suaves o marfiles.
Con pocas Joyas y abalorios, mejor.
Debe distinguir el vestido de Ceremonia que se identifica más con las bodas religiosas y el de ceremonia civil, más en consonancia con lo que sería un traje de calle, y que a poder ser tenga un color que resalte su condición de contrayente, aquí si puede y debe ir un poco más enjoyada.
Nunca un traje de fiesta, tiempo tiene para ponérselo más tarde, al asistir a la misma. Nunca un traje con velo para esa ceremonia civil dónde carece del simbolismo que tiene y que le acercaría a una boda “coreana” de las que vemos en la TV.
A ser posible si la boda lo permite es importante cambiarse de traje para la Fiesta y sobre todo para el baile que normalmente le sigue.
Y por supuesto nada de rasgarse las vestiduras y subastar las ligas. Tampoco enseñar la ropa interior y dejarse de supercherías respecto a lo que da buena o mala suerte.
La novia es la novia, simplemente la protagonista.
Continuemos con el Novio.
Si la Boda se celebra por la mañana puede usar traje tanto de gala, Chaqué, o de calle con tonos claros y bien combinados- el color si se sabe llevar puede ser sorprendentemente elegante-.
Si es por la tarde o noche los tonos deben de ser oscuros pero sin pasarse pues le pueden confundir con alguien del servicio de catering.
En el caso del Chaqué puede combinarlo con una corbata de colores y camisa lisa también en color para evitar el anticuado aspecto de recepcionista de hotel que ofrece la corbata plateada.
Ponerse el traje la tarde antes para que “encaje” y no se note si no se tiene la costumbre de usarlo.
Nunca un Smoking ni siquiera para una ceremonia de noche.
Eso mejor para la Fiesta.
Tampoco zapatos marrones y los oportunos…, bien brillantes.
Procurar no llevar abalorios (piercings sobre todo) y excesiva joyería.
Arreglarse el pelo, a su manera, pero arregladito.
No utilizar un perfume intenso que pueda distraer al oficiante y llamar a los insectos.
Nunca cortarse la corbata y otras piezas no citadas.
De la Madrina…
Jamás de los Jamases de negro, si está de luto habrá que esperar a que se lo quite o pedir dispensa.
Nunca, nunca del mismo color de la Novia.
Los colores reflejan la alegría del día.
Imposible de largo, eso mejor para la Fiesta no para la ceremonia.
Lo tiene difícil y fácil a la vez.
Sólo sombrero por la mañana y no correr el riesgo por la tarde pues puede que se quite el Sol ofendido.
Un peinado que refleje su personalidad. No igual al de la Novia.
Puede y debe enjoyarse.
Debe perfumarse.
Cuidar de los tacones y no caerse si pasea sobre césped.
Sobre las Invitadas…e Invitados
Lo mismo de antes.
Nunca como la Novia salvo coincidencias de combinaciones.
Tampoco imitar a la Madrina.
No “disfrazarse” y buscar lo que normalmente va con su personalidad excepto los vaqueros por muy de marca que sean.
Ellos, evitar los zapatos marrones o claros y las deportivas salvo por lesiones.
Tampoco aflojar los nudos de las corbatas- es mejor no llevarla-.
No quitarse la chaqueta como norma-en alguna ocasión se puede si el Novio lo hace-.
Aunque se sea testigo no es necesario vestirse de “hotelero”, se puede desempeñar este papel muy dignamente con un humilde traje de calle.
No decir “patata” al hacerse las fotos de grupo.
Importante… los Niños-angelitos-
Pues eso, no disfrazarles de angelitos ni pajecillos que parecen “seises”.
Nenas, catálogos de cintas para lazos.
No cambiar los pañales de los bebés en público…
Niños vestidos de niños.
En fín, que una Boda es una excelente ocasión para celebrar una Fiesta, entre Familia y Amigos de los contrayentes, y sobre todo pasarlo muy bien siendo como somos, olvidando todas estas consideraciones o tomándolas con sentido del humor.
Con ironía y humor, en respuesta a la pregunta de María Castro Díaz.
Gracias por seguirnos María.
El Marques de Byran
Dedicado a Josemi (Don José Miguel Rodriguez Sieiro) del programa de radio Herrera en la Onda en Ondacero
Nunca se ha discutido tanto sobre un tema tan sencillo y que ha suscitado serios quebraderos de cabeza, sobre todo a las mujeres, a la hora de asistir a una Boda.
Considerando que para muchos de nosotros y de nuestros Familiares es el acto social con más relevancia al que normalmente solemos asistir en nuestra vida, tenemos tendencia a disfrazarnos, algunos, con prendas que habitualmente no usamos y eso se nota: el hábito no hace al monje.
Hacer de lo extraordinario algo normal es una de las funciones del Protocolo.
Seguir los usos y costumbres dentro de lo que se podría llamar la tradición, sin llegar a estridencias, con sentido común.
Empecemos por la Novia, la protagonista.
La tradición manda vestido blanco como base, pero eso hoy no tiene importancia pues los conceptos sobre la virtud y demás condicionantes de la mujer no se demandan como se hacía antes.
En general se debe, la Novia , al buen gusto y el decoro así como a las tendencias de la moda pudiendo ir de blanco o de tonos suaves o marfiles.
Con pocas Joyas y abalorios, mejor.
Debe distinguir el vestido de Ceremonia que se identifica más con las bodas religiosas y el de ceremonia civil, más en consonancia con lo que sería un traje de calle, y que a poder ser tenga un color que resalte su condición de contrayente, aquí si puede y debe ir un poco más enjoyada.
Nunca un traje de fiesta, tiempo tiene para ponérselo más tarde, al asistir a la misma. Nunca un traje con velo para esa ceremonia civil dónde carece del simbolismo que tiene y que le acercaría a una boda “coreana” de las que vemos en la TV.
A ser posible si la boda lo permite es importante cambiarse de traje para la Fiesta y sobre todo para el baile que normalmente le sigue.
Y por supuesto nada de rasgarse las vestiduras y subastar las ligas. Tampoco enseñar la ropa interior y dejarse de supercherías respecto a lo que da buena o mala suerte.
La novia es la novia, simplemente la protagonista.
Continuemos con el Novio.
Si la Boda se celebra por la mañana puede usar traje tanto de gala, Chaqué, o de calle con tonos claros y bien combinados- el color si se sabe llevar puede ser sorprendentemente elegante-.
Si es por la tarde o noche los tonos deben de ser oscuros pero sin pasarse pues le pueden confundir con alguien del servicio de catering.
En el caso del Chaqué puede combinarlo con una corbata de colores y camisa lisa también en color para evitar el anticuado aspecto de recepcionista de hotel que ofrece la corbata plateada.
Ponerse el traje la tarde antes para que “encaje” y no se note si no se tiene la costumbre de usarlo.
Nunca un Smoking ni siquiera para una ceremonia de noche.
Eso mejor para la Fiesta.
Tampoco zapatos marrones y los oportunos…, bien brillantes.
Procurar no llevar abalorios (piercings sobre todo) y excesiva joyería.
Arreglarse el pelo, a su manera, pero arregladito.
No utilizar un perfume intenso que pueda distraer al oficiante y llamar a los insectos.
Nunca cortarse la corbata y otras piezas no citadas.
De la Madrina…
Jamás de los Jamases de negro, si está de luto habrá que esperar a que se lo quite o pedir dispensa.
Nunca, nunca del mismo color de la Novia.
Los colores reflejan la alegría del día.
Imposible de largo, eso mejor para la Fiesta no para la ceremonia.
Lo tiene difícil y fácil a la vez.
Sólo sombrero por la mañana y no correr el riesgo por la tarde pues puede que se quite el Sol ofendido.
Un peinado que refleje su personalidad. No igual al de la Novia.
Puede y debe enjoyarse.
Debe perfumarse.
Cuidar de los tacones y no caerse si pasea sobre césped.
Sobre las Invitadas…e Invitados
Lo mismo de antes.
Nunca como la Novia salvo coincidencias de combinaciones.
Tampoco imitar a la Madrina.
No “disfrazarse” y buscar lo que normalmente va con su personalidad excepto los vaqueros por muy de marca que sean.
Ellos, evitar los zapatos marrones o claros y las deportivas salvo por lesiones.
Tampoco aflojar los nudos de las corbatas- es mejor no llevarla-.
No quitarse la chaqueta como norma-en alguna ocasión se puede si el Novio lo hace-.
Aunque se sea testigo no es necesario vestirse de “hotelero”, se puede desempeñar este papel muy dignamente con un humilde traje de calle.
No decir “patata” al hacerse las fotos de grupo.
Importante… los Niños-angelitos-
Pues eso, no disfrazarles de angelitos ni pajecillos que parecen “seises”.
Nenas, catálogos de cintas para lazos.
No cambiar los pañales de los bebés en público…
Niños vestidos de niños.
En fín, que una Boda es una excelente ocasión para celebrar una Fiesta, entre Familia y Amigos de los contrayentes, y sobre todo pasarlo muy bien siendo como somos, olvidando todas estas consideraciones o tomándolas con sentido del humor.
Con ironía y humor, en respuesta a la pregunta de María Castro Díaz.
Gracias por seguirnos María.
El Marques de Byran
Dedicado a Josemi (Don José Miguel Rodriguez Sieiro) del programa de radio Herrera en la Onda en Ondacero
Sección :
HISTORIA Y PROTOCOLO