Un jamón realmente bueno, un cerdo realmente feo...Jamón de Mangalica
Ya tuvimos una experiencia en este blog al hablar del cerdo Ibérico y de su motivo protagonista : El Jamón Ibérico, en sus variantes, y el Supremo de Bellota.
Vean en : Click aquí
Mangalica
El mangalica es originario de Hungría, el único pariente del cerdo ibérico. En 1991 estaba condenado a la extinción hasta que un empresario español, Vicente Olmos, de Jamones Segovia, lo descubrió con un potencial similar, en sus carnes, al del cerdo Ibérico.
“Buscaba un cerdo graso en un momento en que el mercado estaba apostando por el jamón de primer precio. En Hungría me presentaron Large-White, Landrace, Pietrain... todo muy magro, muy precoz... igual que en España. En Debrecen me ofrecieron visitar una tipología Landrace hipermejorada".
"En esto, vimos pasar una especie de oveja con cara de cerdo. Mis anfitriones restaron importancia al ejemplar e incluso se avergonzaron de él, como animal anacrónico y sin futuro. Conseguí, gracias a Peter Toth, mi actual socio en Hungría, que se sacrificase el animal para poder ver la canal y la calidad de la carne y de la grasa. El resultado fue tan satisfactorio que a los pocos meses ya habíamos creado una empresa en Hungría para su explotación”, explica Juan Vicente Olmos, de Jamones Segovia.
En Hungría, todavía, la industria de los piensos compuestos está poco desarrollada siendo este le motivo por el que todas sus carnes tienen todavía una calidad muy cercana a la natural por su tipo de alimentación, algo que pueden uds. comprobar en el mercado central de Budapest.
La carne de pollo, pato, cerdo, etc., tiene un atractivo color lejano de esos tonos verdosos e irisados que se observan en casi toda nuestra producción nacional.
Con su aspecto rústico, el pelo largo y rizado, la estética del cerdo Mangalica no es muy atractiva.
Es un cerdo muy peculiar, su pelo se vuelve rizado en primavera, dándole al cerdo un aspecto de oveja que le ayuda a superar los duros inviernos de la estepa húngara.
El Mangalica es un cerdo de crecimiento lento, que llega a alcanzar los 150 kilogramos de peso.
Su mayor capacidad para la generación de grasa, le hacen criar jamones parecidos al ibérico, por el veteado, pero con la grasa más externa en lámina de tocino quedando las vetas al modo de ronchas en las partes más blandas de la pieza, siendo su color de curación muy rojizo lo que le da un aspecto muy agradable.
Respecto a su sabor, es mas suave y según se va curando adquiere un matiz de “acecinado”.
Es un producto delicioso del que se está abusando en el mercado pues esta raza se ha mezclado con otras de la rama negra europea y sus carnes y jamones se están vendiendo como recebos de ibérico.
Jamones que están a la venta como ibéricos y cuyo precio oscila entre los 30 y 60 euros deshuesados y al corte de máquina.
El Jamón de Mangalica merece un lugar en el mercado del jamón español, y más por haber sido descubierto por nuestra industria, pero nada puede conseguir que desplace a nuestro Ibérico de recebo y cómo no al de bellota.
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Mangalica
El mangalica es originario de Hungría, el único pariente del cerdo ibérico. En 1991 estaba condenado a la extinción hasta que un empresario español, Vicente Olmos, de Jamones Segovia, lo descubrió con un potencial similar, en sus carnes, al del cerdo Ibérico.
“Buscaba un cerdo graso en un momento en que el mercado estaba apostando por el jamón de primer precio. En Hungría me presentaron Large-White, Landrace, Pietrain... todo muy magro, muy precoz... igual que en España. En Debrecen me ofrecieron visitar una tipología Landrace hipermejorada".
"En esto, vimos pasar una especie de oveja con cara de cerdo. Mis anfitriones restaron importancia al ejemplar e incluso se avergonzaron de él, como animal anacrónico y sin futuro. Conseguí, gracias a Peter Toth, mi actual socio en Hungría, que se sacrificase el animal para poder ver la canal y la calidad de la carne y de la grasa. El resultado fue tan satisfactorio que a los pocos meses ya habíamos creado una empresa en Hungría para su explotación”, explica Juan Vicente Olmos, de Jamones Segovia.
En Hungría, todavía, la industria de los piensos compuestos está poco desarrollada siendo este le motivo por el que todas sus carnes tienen todavía una calidad muy cercana a la natural por su tipo de alimentación, algo que pueden uds. comprobar en el mercado central de Budapest.
La carne de pollo, pato, cerdo, etc., tiene un atractivo color lejano de esos tonos verdosos e irisados que se observan en casi toda nuestra producción nacional.
Con su aspecto rústico, el pelo largo y rizado, la estética del cerdo Mangalica no es muy atractiva.
Es un cerdo muy peculiar, su pelo se vuelve rizado en primavera, dándole al cerdo un aspecto de oveja que le ayuda a superar los duros inviernos de la estepa húngara.
El Mangalica es un cerdo de crecimiento lento, que llega a alcanzar los 150 kilogramos de peso.
Su mayor capacidad para la generación de grasa, le hacen criar jamones parecidos al ibérico, por el veteado, pero con la grasa más externa en lámina de tocino quedando las vetas al modo de ronchas en las partes más blandas de la pieza, siendo su color de curación muy rojizo lo que le da un aspecto muy agradable.
Respecto a su sabor, es mas suave y según se va curando adquiere un matiz de “acecinado”.
Es un producto delicioso del que se está abusando en el mercado pues esta raza se ha mezclado con otras de la rama negra europea y sus carnes y jamones se están vendiendo como recebos de ibérico.
Jamones que están a la venta como ibéricos y cuyo precio oscila entre los 30 y 60 euros deshuesados y al corte de máquina.
El Jamón de Mangalica merece un lugar en el mercado del jamón español, y más por haber sido descubierto por nuestra industria, pero nada puede conseguir que desplace a nuestro Ibérico de recebo y cómo no al de bellota.
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